Resumen
Gabes y colaboradores [1] tuvieron como objetivo evaluar la validez estructural del cuestionario sobre el impacto diario del envejecimiento vaginal (DIVA), para finalmente refinar la versión actual disponible. Para el efecto, mujeres postmenopáusicas alemanas, que informaron síntomas vaginales relacionados con la menopausia, participaron en el estudio. Se analizaron las curvas características de los ítems para observar si las categorías de respuesta funcionaban de manera óptima. Los supuestos del modelo de Rasch se probaron para todo el DIVA, así como para cada dominio por separado. Se llevaron a cabo análisis factoriales exploratorios y se analizaron las correlaciones de los ítems individuales con los dominios del DIVA para identificar aquellos ítems de mejor ajuste. Finalmente, se llevaron a cabo análisis de validación en la versión mejorada. El estudio se realizó en 185 mujeres postmenopáusicas. La revisión de las categorías de respuesta de cada uno de los cuatro dominios condujo a curvas características de los ítems de aspecto adecuado. Todo el DIVA representó un constructo multidimensional, que incluía actividades de la vida diaria, bienestar emocional, funcionamiento sexual y autoconcepto / imagen corporal. El análisis estadístico permitió crear una versión refinada y validada del DIVA, teniendo ahora tres categorías de respuesta en lugar de cinco y manteniendo las cuatro dimensiones con menos ítems (17 ítems en lugar de 21 ítems para mujeres con actividad sexual reciente). Los autores concluyeron que el DIVA refinado es más factible y mostró varias excelentes propiedades de medición.
Comentario
La depleción de estrógenos con la menopausia, la disminución de los andrógenos con la edad y los efectos del envejecimiento per se dan como resultado una serie de signos y síntomas que ahora se denominan como síndrome genitourinario de la menopausia (SGM) [2,3]. En el 2014, la Sociedad Internacional para el Estudio de la Salud Sexual de la Mujer (ISSWSH) y la Sociedad Norteamericana de Menopausia (NAMS) propusieron este nuevo término con el objetivo de describir una variedad de molestos síntomas genitales, sexuales y urinarios que pueden presentarse de forma aislada o coexistentes y no relacionados con otras condiciones médicas. El SGM es una entidad clínica sin la connotación negativa del término atrofia vulvovaginal (AVV), que abarca tanto los cambios anatómicos como las consecuencias funcionales de la menopausia [4]. A diferencia de los síntomas vasomotores que generalmente mejoran con el paso del tiempo desde la menopausia, la AVV es una condición crónica y progresiva a menos que se trate de manera adecuada, y es una parte esencial del SGM [5]. El reconocimiento temprano de los signos y síntomas en la mediana edad y el manejo apropiado a través de una estrategia a largo plazo son obligatorios para preservar la salud urogenital en la vejez [6]. A pesar de los tratamientos disponibles, eficaces y seguros, los resultados de las encuestas internacionales muestran sistemáticamente que la AVV/SGM es sub-reportada, sub-diagnosticada y tratada insuficientemente [7]. El uso de instrumentos psicométricos apropiados es crucial para comprender el impacto de AVV/SGM sobre la calidad de vida y la salud sexual [8], pero la experiencia individual también es muy importante [9]. La Encuesta Epidemiológica Vulvovaginal Europea (EVES) evaluó la prevalencia, los síntomas y el impacto de la AVV de la menopausia en el entorno clínico e indicó que el DIVA puede ser una herramienta poderosa para investigar la experiencia subjetiva de la AVV/SGM [10]. Siendo así, el DIVA es útil en el entorno clínico y se puede utilizar para comprender mejor la carga relacionada con la condición AVV/SGM.
Rossella E. Nappi
Medicina Reproductiva, GyneEndo & Menopausia,
IRCCS San Matteo, Universidad de Pavia, Pavia, Italia |